El pueblo inka de Puñuy, por cédula de encomienda otorgada por Francisco Pizarro a favor de Gómez de Mazuela, suscrita en el Cusco el 1 de agosto de 1535, se convirtió en repartimiento de Puno. Este repartimiento y pueblo se consagró a San Juan, por eso en los encabezamientos de los documentos de fines del siglo XVI y de las primeras siete décadas del siglo XVII se aludía al pueblo de San Juan de Puno, como parte del corregimiento o provincia de Paucarcolla. Así, un documento de 1651, encontrado en el Archivo Regional de Puno, por el cual se remataba el trapiche de Aziruni a favor de Gaspar de Salcedo, iniciaba su texo de este modo: "En el pueblo de San Juan de Puno provincia de Paucarcolla, en veynte y tres días del mes de Marzo de mil y seiscientos y cincuenta y un años, estando en la Plaza Pública de este dicho pueblo...".
En honor a San Juan, el primer patrono de Puno, se construyó un templo en la plaza principal del pueblo de entonces. Por indagaciones del historiador Alejandro Cano sabemos que el templo de San Juan "mando construir en 1591 el Obispo de Charcas Fray Domingo de Santo Tomás". Según una versión periodística, la conclusión de la edificación del templo de San Juan se habría concretado por el año de 1613. El pueblo de naturales, como se llamaba al entonces importante pueblo de San Juan de Puno, contaba con un templo y no con una capilla, como despectivamente indican algunos historiadores. El techo de este templo se desplomó en 1881, tres decenios después, en 1911, se volvía a estrenar el templo de San Juan, luego de su reconstrucción.
FUNDACIÓN DE LA VILLA DE PUNO:
Como correlato de la rebelión de Laykakota dirigido por los hermanos Salcedo, el 9 de setiembre de 1668, el virrey Conde de Lemos ordenó el arrasamiento del pueblo minero San Luis de Alva, el traslado de sus pobladores y la fundación de una villa cerca del pueblo de San Juan de Puno. Para la fundación de la villa se eligieron advocaciones, la de Nuestra Señora de la Concepción y la de San Carlos, porque a estos santos se consagró la villa.
En un libro colonial de 1479, titulado Noticias cronológicas de la gran ciudad del Cusco y escrito por Diego Esquivel y Navia, hay una elocuente referencia sobre la fundación de la villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos. Tal información es contundente, no sólo por que ratifica la fecha de la fundación de la villa, sino porque indica el libro y el folio en donde se encuentra la ordenanza del virrey Conde de Lemos. La referencia expresa: "llegó el virrey a Puno... Después de demolida Laycacota, hizo el conde ciertas ordenanzas para la nueva población, su fecha en 9 de setiembre, las que están en el libro 12 de Provisiones de esta ciudad, a fojas 262. De vuelta de aquel asiento entró el virrey en el Cusco, miércoles 24 de octubre".
En uno de los informes del Virrey Conde de Lemos, suscrito el 12 de abril de 1669, de da cuenta de las dos advocaciones de la villa que fundó, cuando se alude a "la nueva población de Concepción y San Carlos". En otro documento de febrero de 1669, el maestro de niños Miguel de la Torre inicia su redacción así: "Villa de Nuestra Señora de la Limpia Concepción y San Carlos".
Se ha elegido el nombre de Nuestra Señora de la Concepción, por la gran devoción que profesaba hacia ella el virrey Conde de Lemos. En cuanto a San Carlos, se ha optado porque la villa se consagraba a San Carlos Borromeo y porque se ha previsto la misa de acción de gracias para el 4 de noviembre de 1668.
De esta manera que el pueblo de Puno tenía por patrono a San Juan y, la villa, a una patrona, Nuestra Señora de la Concepción y, a un patrono, San Carlos. El pueblo contaba con un templo para naturales y la villa con otro para españoles; por eso, Cosme Bueno, en1770, escribía que en Puno habían "dos iglesias: una de españoles y otra de indios".
ESTABLECIMIENTO DE COFRADÍAS:
Apenas fundada la Villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos se establecieron varias cofradías, las mismas se instalaron por inmediaciones de la plaza principal de la villa. Por documentación hallada en el Archivo Regional de Puno, conocemos que existían la Cofradía de Nuestra Señora de Puno y la Cofradía del Santísimo Sacramento.
Asimismo, se establecieron varias capellanías en la flamante villa. Tenemos los casos de la Capellanía de Pedro Giraldo de Aparicio, la Capellanía de Juan Galarza, la Capellanía de Julián González de la Puente, la Capellanía del Maestre de Campo Juan García de Arriaga y la Capellanía del Lic. Gregorio de CastroFuente . Christian Guzman Arias
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